domingo, 16 de enero de 2011

Odio hacer Fila

Dentro de esta vida que me toco vivir son pocas las cosas que logran irritarme, la verdad me considero una persona muy paciente en muchos aspectos, pero si hay algo que logra sacarme de mis casillas y volverme un energúmeno de nervios, estrés y desesperación, es nada más y nada menos que hacer fila.
Puedo soportar ver un mal programa de TV, puedo soportar una clase aburridísima de redacción avanzada, puedo soportar ver a niñas fanáticas de algún grupo estúpido, incluso a las señoras que gritan “Bajan” en los camiones después de haber tocado el timbre, todas esas cosas irritantes puedo llegar a soportarlas, pero eso sí, jamás me hagan hacer fila.

Si bien muchos dirán que la fila es una regla social de etiqueta de cortesía para respetar el turno de la persona que llego antes que nosotros, a mi eso me vale madre, me caga estar formado; si bien la fila al final puede ser para un beneficio para mi aun así me causa molestia, no crean que cuando estoy formado para entrar a un buen concierto o para una gran función de lucha libre no estoy muy contento que digamos, es mas ni en la fila de las tortillas estoy tranquilo.

Todas las filas tienen algo de especial que me irrita, pero solo hay dos tipos de filas que me hacen querer arrancarme las entrañas de tajo, estas son las filas del banco y la de los servicios médicos; tal vez sea que soy una persona demasiado quisquillosa en fijarme en el comportamiento de la sociedad y no pierdo detalle de mi entorno que el ambiente de estas filas me hace encabronar.
En la fila del banco yo la clasifico como una fila implícita, pues ahora con su nuevo “sistema” uno no hace fila pero si está en una sala de espera; que dicho sea de paso también me irritan, la onda esta así, uno llega al banco y toma un turno, después espera en las incomodas sillas del banco o en su defecto de pie a que les toque pasar a caja. ¿Qué me irrita? Que llego a tomar mi turno y me toca el 76 cuando el contador va por el numero 24, desde ahí empiezo a irritarme y a estresarme pues bien se que más de dos horas estaré metido en ese banco.

En los bancos tienen 2 pantallas dirigidas a la sala de espera, una donde pasan spots del banco una y otra vez sin parar, spots malísimos que al final de tanto verlos te los aprendes; la otra pantalla es donde van pasando los números de los turnos; ¿Quiénes son los culpables de este estrés? Los tipos de las cajas ellos son los que hacen que sean lentas las filas, es bien culero que en un banco donde hay más de 50 clientes simultáneamente compartiendo una sala de espera y solo atienda un cajero y haya 4 cajas sin servicio, ha! Pero eso sí, la caja de los “Clientes Premium” siempre tiene cajero y no hay nadie en esa fila, no me hare cliente Premium de un banco solo por no querer hacer fila.

El entorno de esta fila es estresante, toda la gente se ve uno a otro con mirada penetrante y desconfiada como si estuvieran analizando quien sería un ladrón en el banco, el silencio incomodo que sea interrumpido por el sonido molesto de un celular monofónico, o en su defecto algún tono de reggaetón.
Durante el momento de la espera uno empezar a pensar miles y miles de cosas, analizar situaciones y a buscar soluciones; cuando por fin llego a la conclusión de cómo poder salvar a este mundo enfermo y triste y mis ideas están en su punto… es mi turno en la fila, cortándome totalmente la inspiración.
En cierto punto la desesperación que acumulo en la fila del banco, es hora de contarle la fila más desesperante a la que me he enfrentado, y se las relatare con esta anécdota:

Un buen día mis padres decidieron mandarme a hacer fila a los servicios médicos del ayuntamiento para apartar una consulta, para hacer más segura la posibilidad de conseguir la consulta en el horario deseado me mandaron a las 7am a la fila, sabiéndome a lo que me enfrentaba me arme con mi reproductor mp3 y así no aburrirme o desesperarme; por fin llegando a la fila me topo con la gran interrogante de ¿Cuál fila es la correcta? Pues había 2 filas, de inmediato mi sentido de supervivencia social se activo, así que inicie a observar el entorno a mi alrededor, de pronto me di cuenta que en una fila varias personas llevaban en sus manos recetas medicas, así que supuse que esa fila era para surtir medicamento, esto me llevo a formarme en la otra fila; algo que también me ayudo fue que una señora le pregunto al guardia de seguridad que cual fila era para apartar consulta, así que no tuve que dignarme a preguntar.

¿Han visto a los guardias de seguridad de los servicios médicos? Este día me toco toparme con un mini-guardia, según se los cánones dicen que los guardias deben de medir por lo menos 1.80cm pero este no, este tipo media alrededor de 1.60cm, tal vez no logro ser un verdadero policía y termino cuidando filas de servicios médicos, o tal vez sea que me equivoque y me encuentre frente a una maquina asesina, pues al ver que con lo único que cuenta de armamento es una macana, puede ser que sea más letal con esa macana que con una pistola decente como con la que ya cuenta cualquier delincuente promedio.
La fila era larga y cada momento más mi desesperación era mas y mas grande, pero estando ahí me di cuenta de el negocio redondo que son los hospitales, pues las personas enfermas y sanas comparten la fila, mientras alguien sano tiene a 2 enfermos detrás y delante de él es más factible que se enferme, para así volver al hospital ahora como paciente, eso me ocurrió a mí, es muy molesto que el tipo detrás de ti en la fila se la pase tose y tose en tu nuca irritándome aun más de lo que ya estaba.

Me encontraba a menos de 2 personas de llegar a mi cometido, cuando veo el por qué de la lentitud de la fila… Las secretarias que atienden se la estaban cotorreando entre ellas, ¡mierda! ¿Qué no ven que hay gente que le urge que la atiendan? Coño! Eso sí es muy molesto.
En la fila estuve alrededor de 45 minutos, soportando la tos del de atrás de mi, soportando ver en la pantalla “Hoy”, a niños llorando, a “chacas” escuchando su celular sin audífonos para que todos los escucharan, a las clásicas comadres poniéndose al día de los chimes menos relevantes, imposibles no escucharlas pues no hablan, gritan!!!

Me cagan hacer fila y tal vez sea por eso que he perdido algunas cosas, por ejemplo hasta esta fecha no cuento con mi cartilla militar liberada por el simple hecho de que me caga hacer fila, y ver una fila de esquina a esquina a un lado del cuartel me causo tanta molestia que mi expresión fue “Vallan y chinguen a su madre”  y hasta la fecha soy remiso.

No hago fila para la Boletur, espero a que no haya nadie y así miles de filas intrascendentes para mí las evito por el simple hecho de que me caga hacer fila!!!
No se ustedes que opinión tengan sobre esto de las filas, pero la burocracia de este país apesta, el mal servicio causa que las filas sean molestas y agréguenle que soy tan mamon que cualquier detalle pendejo me molesta, así que jamás se les ocurra mandarme a hacer fila.
Para concluir, no sé y no me importa quién demonios invento las filas, solo espero que la justicia divina de Chuck Norris se encargue de ese desgraciado.
Para verle siempre el lado amable a hacer filas, le dejare este video donde pueden imaginarse que soy yo en una fila.






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